El día de hoy consistía en una excursión a la ciudad de Bilbao, que queda a unos 35 minutos de Castro Urdiales en autobús. Allí, quedamos en Termibus con Jose, de la asociación Gazteleku, que trabaja en el periférico barrio de Rekalde.
Jose de Gazteleku nos enseñó uno de los locales de la asociación, y utilizando un power point nos presentó los diferentes proyectos que realizan, con especial atención a los que tratan el tema de la interculturalidad y la integración de las minorías más desfavorecidas. Por ejemplo, nos hablaron del trabajo que realizan con adolescentes de etnia gitana , y de un cortometraje que grabaron con ellos que se llama "Por cierto, y soy gitana". Entre otras actividades también se dedican al apoyo escolar a niños en situación de exclusión social, campamentos, excursiones, y acciones de desarrollo comunitario.
Gazteleku empezó a funcionar hace más de treinta años, cuando un grupo de personas ocupó un local abandonado en Rekalde, y lo dedicaron a realizar actividades para la gente del barrio. Estando demostrado que su trabajo funcionaba, finalmente el ayuntamiento acabó cediéndoselo. Hoy día son una gran asociación con treinta personas contratadas y unos 60 voluntarios, a pesar que los recortes en el País Vasco les hizo verse obligados a disminuir su plantilla.
Después, hemos dado un paseo por el barrio de San Francisco, probablemente la zona más intercultural de Bilbao, hemos comido en un restaurante marroquí (justo arriba la foto), y hemos paseado por el Casco viejo de Bilbao.
Después algunos de nuestros participantes querían ver el museo Guggenheim (aunque la mayoría solo entraron ala tienda) y a Pupi, la escultura en el exterior de doce metros cubierta a base de flores del artista Jeff Koons. Antes de coger el autobús de vuelta a Castro Urdiales, también lesllevamos a ver La alhóndiga, un centro de ocio con piscinas, cines, cinemateka, cafetería, exposiciones fotográficas, etc).
Ya en Castro Urdiales, entregamos a los participantes las temidas evaluaciones, en las que preguntábamos lo que les ha gustado y lo que no, comentarios, críricas, sugerencias, etc. La verdad es que las evaluaciones han sido muy positivas y las cosas han salido muy bien y todas las personas han estado muy contentas y nos han felicitado repetidas veces por el seminario.
Por la noche nos despedimos. Aunque al día siguiente el lunes nos volvimos a despedir de nuevo. Cogieron sus maletas, se marcharon, y ahora ya volvemos a solo comunicarnos por e-mail.
Para nosotros, ha sido muy interesante recibirlos aquí, además de una experiencia humana inolvidable. Nuestra relación con el tejido asociativo castreño ha mejorado muchísimo, además de que hemos podido conocer a nuestros partners en profundidad y hablar sobre posibles futuros proyectos con ellos.
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